Salir a un club o discoteca como le quieran llamar implica que no siempre vas a poder bailar a tus anchas, que tendrás que lidiar con gente pasada de tragos en la madrugada y que de vez en cuando alguien chocará contigo y entonces lo mirarás con cara de pocos amigos. Esto no es secreto para nadie que esté acostumbrado a salir a bailar los fines de semana. Ahora bien, una cosa es eso, y otra muy diferente es que este sea el ambiente constante en cualquier club al que decidas salir.
No puedo hablar sobre Suecia en general, aunque dudo que sea diferente, pero al menos en Karlstad, el ambiente en los clubes no es para nada agradable, aún y cuando la música sea buena. Antes de las 12 de la noche ya notas que la gran mayoría de las personas están prácticamente rayando el límite de la embriaguez, y parece ser un mal general la falta de autocontrol. Aún y cuando el espacio sea suficiente en la pista de baile es imposible bailar sin que alguien choque contigo cada 5 minutos, no porque bailen tan bien que necesiten "la pista para ellos solos", sino sencillamente porque es un brincoteo sin ritmo y descontrolado a consecuencia del alcohol. Vale mencionar que la seguridad es extrema y a pesar de lo anterior, la gente es pacífica, nada de violencia, peleas, o algo por el estilo.
Sin embargo, al llegar al límite de la desinhibición total, es común que de pronto en tu grupo de amistades aparezca un extraño que quiera abrazar a cualquiera, hombre o mujer y empezar a hablar, reirse o a bailar como un monigote, o que dos muchachas comiencen a bailar juntas de manera bien sensual en el medio de todo el mundo besándose, simplemente para llamar la atención o para ser "cool", y que si te descuidas puedes tenerlas "invitándote a que te sumes a su show".
Es incómodo salir en este ambiente cuando eres una persona a la que como a mí, le encanta bailar y divertirse con los amigos; pero más que nada es triste que tengas que hacer el ridículo, lucir tonto o jugar a "las lesbianas" solo para llamar la atención, porque tú, como persona sobria en un ambiente normal no seas capaz de brillar por quien realmente eres. Tristemente, de esos "Marcos Pérez" hay muchos en esta sociedad.
No puedo hablar sobre Suecia en general, aunque dudo que sea diferente, pero al menos en Karlstad, el ambiente en los clubes no es para nada agradable, aún y cuando la música sea buena. Antes de las 12 de la noche ya notas que la gran mayoría de las personas están prácticamente rayando el límite de la embriaguez, y parece ser un mal general la falta de autocontrol. Aún y cuando el espacio sea suficiente en la pista de baile es imposible bailar sin que alguien choque contigo cada 5 minutos, no porque bailen tan bien que necesiten "la pista para ellos solos", sino sencillamente porque es un brincoteo sin ritmo y descontrolado a consecuencia del alcohol. Vale mencionar que la seguridad es extrema y a pesar de lo anterior, la gente es pacífica, nada de violencia, peleas, o algo por el estilo.
Sin embargo, al llegar al límite de la desinhibición total, es común que de pronto en tu grupo de amistades aparezca un extraño que quiera abrazar a cualquiera, hombre o mujer y empezar a hablar, reirse o a bailar como un monigote, o que dos muchachas comiencen a bailar juntas de manera bien sensual en el medio de todo el mundo besándose, simplemente para llamar la atención o para ser "cool", y que si te descuidas puedes tenerlas "invitándote a que te sumes a su show".
Es incómodo salir en este ambiente cuando eres una persona a la que como a mí, le encanta bailar y divertirse con los amigos; pero más que nada es triste que tengas que hacer el ridículo, lucir tonto o jugar a "las lesbianas" solo para llamar la atención, porque tú, como persona sobria en un ambiente normal no seas capaz de brillar por quien realmente eres. Tristemente, de esos "Marcos Pérez" hay muchos en esta sociedad.
Comparto tu sentir en esto Kenia, a mi tambien me gusta mucho bailar y disfrutar de un momento agradable, pero como tu lo mencionas, con la sobriedad necesaria para no andar haciendo todo un show. Me imagino como ha de ser, tal vez no lo pueda comparar con los estadounidenses, pero tengo muchos recuerdos de ellos cuando en semana santa llegaban a mi ciudad (que es frontera de Mexico) y hacian todo un show, como tu dices, por llamar la atencion. Me parece que los mas jovenes son los que estan en esa onda y pues bueno, que puedo decir. Al menos me librare un buen porque no voy tanto a la disco :P
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